Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.

Juan 15:13

Comentario

Los dos últimos peldaños de nuestra escalera van mucho más allá de las simples actitudes de aceptación y respeto, por muy importantes que sean esos aspectos del amor. La deferencia es un arma poderosa y un antídoto contra las tendencias divisorias del apego altanero al propio grupo. El siguiente peldaño -el de la defensa- nos llama a una  ofrenda aún más profunda de nuestras identidades a la gracia de la unidad. Defender a mis hermanos significa, no solo  una preocupación como la del samaritano por su bienestar, sino una disposición a hablar en su nombre, a identificarse con ellos como compañeros amados y a justificar su lugar en el Reino de Dios.

A menudo ocurre que cuando los cristianos buscan realmente defender a sus hermanos creyentes habrá oposición, injurias, calumnias. Salir en defensa de nuestros amigos cuando los vemos sometidos a tal enemistad puede ser realmente costoso. Sin embargo, en esta época en la que el mundo denigra cada vez más el Evangelio, permanecer juntos es más crucial y valioso que nunca. Sin embargo, el odio a Dios y al pueblo de Dios forjará una unidad aún más grande entre sus hijos. Cuanto más unidos estemos, mayor será nuestra alegría, nuestra esperanza, nuestra alabanza y nuestra acción de gracias. Por mucho que fallemos y caigamos, por poco que sepamos y entendamos, seguimos confiando en que el Señor mismo completará la buena obra que ha comenzado.

Intercesión

Señor, así como tu hijo Jesucristo estuvo dispuesto a defender a sus discípulos en detrimento de su propia seguridad, danos la valentía de intervenir cuando veamos a nuestros hermanos bajo presión a causa de críticas injustas, calumnias o persecuciones. Ayúdanos a identificarnos con ellos y a hacer todo lo posible para defenderlos y proteger su buen nombre. Amén.

Testimonio