
Esta reflexión es una adaptación del libro de Don Schwager: Entrenamiento para la Excelencia: ¿Cómo un carácter piadoso forma a los jóvenes y fortalece las comunidades cristianas?
Sobre Don: Don es el autor de La Palabra Diaria, un sitio web y una aplicación (Android, iOS), con meditaciones para quienes desean profundizar su comprensión de la palabra de Dios, pero están ocupados y distraídos. Don es uno de los miembros fundadores de los Siervos de la Palabra, una hermandad ecuménica e internacional de hombres que viven solteros para el Señor.
Buenos y malos ejemplos
Dice en Proverbios 22: “Instruye al niño en el camino que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6)
No se puede enseñar las virtudes en un libro de texto o en un curso. El aprendizaje de la virtud requiere de entrenamiento y también ejemplos: hombres y mujeres que la practiquen e instruyan a otros. Ellos explican cómo han aprendido a romper malos hábitos y vicios y cómo han aprendido a adquirir buenos hábitos y virtudes. El mismo Señor Jesús enseñó mediante preceptos y con el ejemplo (Lucas 10:37, Juan 13:15).
Estas dos formas van de la mano. Los malos ejemplos refuerzan el mal comportamiento mientras que el buen ejemplo refuerza el buen comportamiento. No hay atajos para desarrollarse en carácter y madurez moral. Esto requiere entrenamiento. Pregúntate hoy: ¿De quién puedo aprender la virtud? ¿Cómo puedo aprender de esa persona más activamente?
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