Reporte de “Emmanuel” en Alepo.

“Nosotros somos el aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden” 2 Cor 2:15

Permaneciendo fieles, trabajando con gran celo
Ha pasado más de un año desde el cese de los combates en Alepo.

Durante la temporada de Navidad del 2017, las iglesias en Alepo se llenaron de fieles y de aquellos que ansiosamente querían ver las decoraciones; en especial los hermosamente decorados pesebres.

Por su parte, nuestros hermanos en Emmanuel se habían sostenido a lo largo del año gracias a una nueva esperanza y optimismo acompañados de la fe. Esto ha sido evidente para los que estamos cerca de ellos y los que vivimos en el Líbano y nos reunimos con ellos. Sin embargo, es importante recordar que esa fidelidad bajo las circunstancias difíciles en Alepo no es necesariamente fácil.

Era muy inspirador y revelador escuchar los himnos cristianos de los grupos de niños y sus familias caminando por las calles. ¿Quién se hubiera imaginado que aquella ciudad, que hace poco estaba totalmente devastada, podría empezar a surgir de sus cenizas?

La situación actual
Después de que terminaron las batallas, cientos de miles de refugiados y evacuados regresaron a Alepo. Según algunos reportes no-confirmados, cientos de fábricas de distintos tamaños retomaron su operación al incrementarse el suministro eléctrico. En los barrios occidentales de la ciudad – que alguna vez estuvieron divididos – donde viven los miembros de Emmanuel, la electricidad se ha restaurado mayoritariamente, pero nadie sabe por cuánto tiempo ni con que frecuencia se le proveerá a las zonas residenciales. Cuando uno visita Alepo, no se puede evitar ver algunas delegaciones de visitantes que ofrecen ayuda con la reconstrucción.

Número actual de cristianos en Alepo
De los 250,000 cristianos que había al iniciar la guerra civil, el número ha bajado a menos de 100,000. Una gran comunidad de Cristianos Ortodoxos pertenecientes a la Iglesia Apostólica Armenia y a la Iglesia Siríaca aún están operando en sus respectivos templos. También hay un gran número de Cristianos Católicos Orientales en la ciudad: Melquitas (Católicos Griegos), Maronitas, Caldeos y Católicos Siríacos.

Emmanuel se muda a nuevo local

Durante el 2017 hemos visto con gran gozo a nuestros hermanos de la Comunidad Emmanuel acercándose  otras personas, invitándolas a las asambleas en la iglesia local y llevando a cabo varios programas de formación para todas las edades. ¡Emmanuel es un grupo bastante ocupado!

Hace 5 meses, empezaron a reunirse en el salón de la Iglesia Católica Griega. Este es un lugar grande y seguro que el obispo local ha puesto a disposición de Emmanuel. Ahí, la comunidad y sus misiones hacen un promedio de 10 actividades por semana desde pequeños grupos de discusión hasta las asambleas generales dos veces al mes. El pastor de esa iglesia es un miembro entusiasta de Emmanuel.

El amor es precioso y costoso
Los miembros siguen dando testimonio de Cristo con sus vidas diariamente. Mientras muchos cristianos han huido de la ciudad, la gente a su alrededor se pregunta por qué ellos siguen ahí. No solo dan testimonio con su ejemplo a sus amigos y colegas sino que también comparten con ellos cómo sus vidas han cambiado y siguen transformándose desde su encuentro con Cristo.

Una hermana compartía que en la empresa donde ella trabaja hay una mayoría abrumadora de musulmanes. Ahí, ella está encargada de la delicada tarea de dirigir la contabilidad a pesar de su relativa juventud. Rutinariamente encuentra resistencia de parte de colegas hombres que son más experimentados que ella, pero ella se relaciona con todos pacientemente y en amor, haciendo su trabajo responsablemente. Sus colegas le preguntan sobre su actitud de tolerancia ante la provocación y ella responde que es el poder de Dios actuando en ella. Cuando la compañía tuvo una grave crisis, su jefe, que confiaba en su madurez, le dijo a ella que la razón del problema es que “no tenemos amor unos por los otros” a sabiendas de que ella entendería eso. Ella se mantiene firme en su oración, buscando la gloria de Dios en su vida y con su paciencia. “La gente que me conoce puede ver el cambio en mi vida y eso los conmueve”, dijo afirmando que es la gracia de Dios en ella.

El testimonio de una viuda de guerra es como un grato aroma para muchos
Otra hermana de la comunidad enviudó cuando su esposo murió en una explosión de un misil y compartió su historia. Ella dice que cambió como persona desde que se unió a Emmanuel y asegura que ha crecido personalmente de tal manera que es evidente para todos a su alrededor: sus parientes más cercanos y sus hijos han podido ver ese cambio con claridad.

Ella ha podido experimentar una nueva compasión por otros en su labor de ayudar a otras viudas, especialmente aquellas desalojadas de sus hogares.

Al escuchar su testimonio se puede percibir un profundo sentido de gozo madurado en su voz.

“La gracia de Dios me ayuda como una viuda, especialmente cuando enfrento dificultades. He encontrado en Dios a un buen amigo”.

Luego se le hace un nudo en la garganta y cita 2 de 2:14-15, Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato aroma de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden”.

Sigue diciendo: “Cada vez que ayudo a secar las lágrimas de alguien que está triste me lleno de gran consuelo”.

El amor es sacrificio
Una mujer joven cuenta como es que ella y su esposo se sienten fuertemente que deben permanecer en Alepo. Ella dice “Es claro para nosotros que Dios quiere que no veamos nuestro país y nuestra ciudad como un hotel donde podemos estar siempre y cuando sea cómodo y placentero. Nuestra ciudad nos ha sido dada para vivir en ella, para servir a otros, en los tiempos buenos y, especialmente, en los tiempos difíciles”.

Amor por la unidad
Emmanuel siempre ha trabajado y orado por una mayor unidad entre todos los cristianos. Entre sus miembros hay Católicos de diferentes ritos así como Ortodoxos Armenios, Ortodoxos Griegos y Ortodoxos Siríacos. Durante la semana de oración por la unidad de los cristianos se reunieron a orar y compartir con otro grupo de laicos con el mismo deseo de unidad. Todos los obispos de la ciudad apoyan esta apertura de sus rebaños.

Buscando a aquellos que no son cristianos. Combatiendo el odio con amor

Al preguntarles si pueden llegar a no-cristianos con su testimonio, algunos miembros compartieron emocionados que han dado fruto en esta misión ya sea de modos directos o indirectos. En el caso de que sea necesario el bautismo, eso normalmente debe ocurrir lejos de la ciudad de la persona para evitar persecución de aquellos más cercanos a ella

Un hermano compartió como el hace el propósito de usar sus actividades cotidianas para compartir el evangelio. Empezó hablando del cambio radical que experimentó tras varios años de ira, violencia y alcoholismo. Dijo que el mandamiento de amar a nuestros enemigos tomó para él un nuevo sentido tras su encuentro con Cristo. Al hablar con no-cristianos, el se opone al extremismo al mostrar el rostro de un Dios amoroso que no condona el odio ni los asesinatos.

Otro hermano no contó como en su trabajo, en un área conocida por un fundamentalismo Islámico, el convive con muchos musulmanes. En este vecindario, casi ningún residente ha tenido contacto alguno con ningún cristiano y por lo tanto tienen una predisposición de que son paganos (infieles) que han adoptado una religión importada por “extranjeros”.

Como parte de su trabajo, a este hermano se le encargó construir un centro para servicios de asistencia social. Después de un tiempo, varios vecinos que habían sido conmovidos por su trabajo y su testimonio silencioso, comenzaron a preguntarle: “¿Cómo es que ustedes los Cristianos pueden venir a proveer apoyo material y construir algo tan provechoso para aquellos (de nosotros) que los han herido, que han bloqueado el suministro de alimentos y han bombardeado sus territorios con misiles; y cómo es que ahora vienen a preguntarnos por nuestras necesidades de comida, educación y salud?”

La respuesta de este hermano es muy reveladora. “Esto es lo que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó. El ha venido a salvar a los hombres y a darnos vida en abundancia. Nosotros ofrecemos cosas buenas en su nombre para esparcir su amor y buena voluntad en este mundo”.

La esposa de este hermano escuchó lo que el dijo y añadió: “personalmente quiero darle gracias a Dios por los problemas y dificultades que mi familia y yo hemos pasado en Alepo. Estas circunstancias han causado que seamos muy ricos”. Ella siguió hablando de cómo se han enriquecido por el amor de los hermanos y su cuidado así como por una mayor confianza en el Señor. Cabe notar que ella y su esposo tuvieron la oportunidad de emigrar fuera de Siria hace tres años pero decidieron permanecer en la ciudad.

Con la expectativa de un gran año
El año 2018 se proyecta como otro año de crecimiento y de una profundización en el sentido de misión para Emmanuel.

Este año se va a enseñar y se va a meditar sobre tres temas recurrentes.

Santidad, testimonio y misión. Los lazos que tenemos entre El Pueblo de Dios y Emmanuel continúan dando mucho fruto en las dos comunidades. Especialmente los jóvenes se han beneficiado mucho de esto. Oramos por que Emmanuel continúe forjando ejemplos brillantes de santidad, testimonio y misión y que nosotros en la Espada del Espíritu nunca fallemos en apoyarnos en oración y cualquier otro modo posible.

Muchos de nosotros en la Espada del Espíritu empezamos en nuestra adolescencia y ahora, más de cuarenta años después, estamos pasando la antorcha a las nuevas generaciones.

Los líderes de Emmanuel son muy talentosos y capaces que podrían ser exitosos en cualquier parte del mundo, sin embargo han escogido ser parte de esta misión que es tan gratificante como es desafiante.

Queridos amigos de Emmanuel: Por favor continúen orando para que este año 2018 esté lleno de la acción de Dios en medio del pueblo de Alepo y la Comunidad Emmanuel. ¡Ellos aprecian grandemente su oración y apoyo constante!

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Andre Codouni es un miembro de la Comunidad Pueblo de Dios en el Líbano.