
Autor: Andrew Davignon, líder de la Palabra de Vida, una comunidad de discípulos en misión Ann Arbor, Michigan.
¡Piérdete a tí mismo, para que otro pueda vivir!
Con mucha frecuencia escuchamos que se dice “sé tú mismo”. En su primera carta a los corintios, Pablo escribe: “Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles.” (1 Corintios 9:22)
Dicho de otra manera, Pablo dice que, aunque no tiene que hacerlo, ha renunciado a parte de su identidad, se ha hecho un siervo para salvar a tantos como pueda. Ante de eso decía que ‘entre los judíos me hice judío; entre los que viven bajo la ley, me volví como los que viven bajo la ley, entre los débiles, me hice débil’. Pablo no está siendo falso: él realmente era Judío, había vivido bajo la ley y podría adoptar una mentalidad de debilidad. Hizo lo que hizo para dar testimonio.
Nosotros también estamos llamados a esta humildad, a renunciar a cómo queremos que nos vean o a lo que sea más cómodo con tal de salvar a los que están perdidos. En esto imitamos a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que, siendo Dios, se hizo hombre para salvarnos.
Pídele a Dios la gracia, no para ser tú mismo, sino para poder hacerte todo para todos. ¿Por qué? Para que puedas salvar a algunos por el bien del evangelio.
Publicaciones recientes
Expresiones de la corriente de gracia en las comunidades de alianza
Ensanchar nuestras tiendas – Servicio a la Iglesia en África
Para la cuaresma
Semana de oración por la unidad de los cristianos 2023
Publicaciones sociales