– por Luis Diego Carranza
Del pasado 23 al 26 de julio, se vivió en la Zona Norte de la RIA un evento de mucha gracia y gran avivamiento espiritual. Casi 450 hermanos de todas las edades y de trece diferentes comunidades de México, el Caribe y EEUU se reunieron en la ciudad de Tampico para los siguientes propósitos: renovar y fortalecer la relación con el Señor, formar nuevas relaciones de hermandad para afianzarse en la vida comunitaria, y fomentar la unidad en visión y formación.
Lo que ocurrió en Tampico 2018 fueron dos eventos simultáneos: una conferencia para jóvenes universitarios de la Zona -similar a las conferencias quinquenales de la RIA- y una convivencia familiar, de una escala nunca antes vivida en la Zona Norte. Ambos eventos incluyeron convivencias fraternales, talleres, eventos recreativos, festivales, formación y sesiones de oración con una gran unción espiritual.
El lema principal de la conferencia fue tomado del pasaje en Juan 15:5 – «Permanece en mí». En la conferencia se habló de cómo solo Dios con su gracia nos permitirá mantener el fuego por la santidad, por la conversión, por la misión, y sobre todo por la transformación diaria en nuestras vidas. «Si mí nada podéis hacer» es una declaración solemne de que dependemos de él, aun cuando damos nuestro mayor esfuerzo. Solo Dios es capaz de sanarnos, de mantenernos con vida y de mantenernos animados por su Reino.
Esta experiencia sin precedentes para la Zona conllevó dos años de planeación y esfuerzo que el Señor respaldó con grandes bendiciones. Tan solo unos días previos al evento, el Señor nos regaló la bendición de poder contar con la completa exclusividad del hotel para el evento. De modo que uno podía estar absolutamente seguro de que cualquier persona que viera -a excepción del personal del hotel-, era un hermano comunitario. Esto generó un fuerte ambiente de buenas relaciones de hermandad entre todos los participantes.
Esta experiencia fue un fuerte testimonio de cómo el Señor obra en los corazones de los hermanos. Esperamos que Dios siga obrando en toda la Zona Norte y ayudándonos a permanecer en Él, y que podamos vivir cada vez más con una total dependencia en Cristo, sabiendo que sin Él, no podemos hacer nada.
¡Gloria a Dios por cómo obra en medio de su pueblo!
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Luis Diego Carranza es miembro de la Comunidad Jésed en Monterrey México. Actualmente está como misionero voluntario en Sao José Dos Campos en Brasil.