La Espada del Espíritu
Semana de Oración
por la unidad de los cristianos
18-25 de enero, 2018

Llamados juntos al amor,
la unidad y la misión

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos,
si tuviereis amor los unos con los otros.”
(Juan 13:35)

Introducción

La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos es una observancia u “octava” de oración que dura 8 días. Ha sido así desde que inició este movimiento internacional en 1908. A continuación hay una serie de lecturas de la biblia para cada día, un pequeño comentario sobre la lectura y una oración. Este material se desarrolló por la Espada del Espíritu para su uso dentro de las comunidades locales y los hogares de sus miembros durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que se celebrará en todo el mundo del 18 al 25 de enero de 2018.

Junto con las lecturas y oraciones comunes se incluyen preguntas adicionales para ayudar a los individuos y familias a participar en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Queremos animar a las familias a tomarse el tiempo de hacer las lecturas y oraciones para cada día y de discutirlas juntos, quizá durante las comidas o en el tiempo de oración familiar.  Siéntanse en la libertad de adaptar o cambiar las guías conforme sean más útiles.  Sobre todo las ‘preguntas para reflexión’, que se beneficiarán mucho de la adaptación o expansión que aplique para la realidad ecuménica de cada comunidad.

También incluimos una oración corta para el Día del Señor que se puede insertar en la sección que sigue a la Bendición del Vino, como las otras variaciones de temporada que encontramos en las oraciones del Día del Señor.

Por favor, usen estos materiales en cualquier manera que les sea más útil en sus tiempos de oración personal y familiar durante esta temporada de oración.

Nota: Los salmos que se incluyen en este folleto siguen la numeración de la tradición hebrea.

Jueves, 18 de enero

A través del amor abrazamos juntos la palabra de Dios de vida y verdad

(Juan 17:31)

  • Éxodo 34:6-10 Dios renueva su alianza de amor y unidad con aquellos que obedecen su palabra.
  • Salmo 119:40-48 Ama, reverencia y proclama la palabra de la verdad de Dios.
  • Juan 17:17-26 Consagrados en verdad, amor y unidad.
  • 1 Pedro 1:22-2:3 Purificado por tu obediencia a la verdad por un amor sincero a tus hermanos.
  • Efesios 2:14-22 Cristo ha roto la pared de hostilidad que nos divide y nos reconcilió con Dios en un solo cuerpo por medio de la cruz.

Comentario: ¿Cuál es la verdadera fuente de unidad que nos une en una comunidad de amor, paz y amistad con Dios y unos con otros? Es la cruz de Jesucristo. El apóstol Pablo nos dice que “… él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba, la enemistad, (…) y reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, por medio de la cruz…» (Efesios 2:14, 16). Jesús murió por nuestros pecados, incluyendo los pecados de contienda, enemistad y división, para hacernos libres de vivir juntos en paz, amor y amistad con Dios y unos con otros.

La unidad Cristiana es un regalo y una gracia de Dios que se debe buscar y vivir cada día con fe, esperanza y amor. Por nosotros mismos somos débiles e incapaces de mantener la unidad y la paz con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Nuestra carne es débil y debemos aferrarnos a Cristo y su palabra de verdad y vida. Satanás, nuestro enemigo, también conspira para hacernos tropezar y plantar semillas de discordia, división y lucha.   Sólo el amor de Cristo y el poder sanador del perdón pueden restaurar y preservar nuestro amor y unidad como sus discípulos y siervos de su palabra de gracia y salvación.

GEn la Espada del Espíritu, Dios nos ha llamado a ser signo de la unidad que desea para todos los cristianos de hoy en día. No decaigamos en nuestro celo por crecer en amor fraterno, santidad de vida y unidad como comunidad de discípulos en misión. Y no nos cansemos de orar y ayunar por todo el pueblo de Dios para una restauración completa de la unidad, amor y misión que Él nos ha confiado a todos los que pertenecemos a Cristo.

Preguntas para reflexionar:

  • ¿Hago ayuno y oración con la suficiente frecuencia y fe expectante por parte de todo el pueblo de Dios por la unidad que Cristo desea para todos los cristianos?
  • ¿Promuevo y participo en oración, testimonio y misión común con cristianos de otras tradiciones y denominaciones, tanto como con los de mi propia iglesia?
  • ¿Hablo con respeto, amor fraterno y cortesía ecuménica con mis hermanos y hermanas de otras tradiciones y denominaciones cristianas?

Oración de parte del pueblo de Dios: Ten misericordia, Señor nuestro Dios, del pueblo que lleva tu nombre. Gobiérnanos con tu palabra, santifícanos con tu Espíritu, únenos en tu amor y trabaja con tu poder en nosotros. Que la gloria de Cristo brille sobre nosotros para que las naciones vengan para admirar su belleza, y que el conocimiento de ti llene la tierra como las aguas cubren el mar. Pues tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre, amén.

Lectura adicional:

El camino a la unidad

Dr. Dan Keating

¿Alguna vez se han preguntado qué está sucediendo respecto a la búsqueda de unidad cristiana entre las diferentes iglesias estos días? ¿Está pasando algo? ¿Hay buenas noticias a la vuelta de la esquina? ¿O se ha estancado la búsqueda de unidad?

Muchas cosas están sucediendo, demasiadas para describirlas en esta corta reseña. Sí, están pasando algunas cosas muy buenas. No, aún no estamos cerca de lograr la unión completa de nuestras iglesias. Pero vivimos y caminamos en esperanza, confiando en que el Señor Jesús nos tiene en sus manos, y confiados de que el Espíritu está trabajando constantemente.

Permítanme resaltar algunas de las iniciativas entre teólogos de las iglesias que han sido un verdadero avance en nuestro trabajo conjunto.

  • La Declaración Conjunta sobre la Justificación, 2017. Muchos se acordarán de la Declaración Conjunta entre católicos y luteranos en 1999. Este fue un movimiento parcial pero genuino para llegar a un acuerdo en asuntos que dividieron a ambas iglesias en el siglo XVI. Lo que muchos no sabemos es que el Consejo Metodista Mundial firmó este documento en 2006. Y en este 2017, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas también firmó esta declaración. Esto es sumamente notable.
  • Representantes de las Iglesias Ortodoxas Orientales y de la Iglesias Católica se han estado reuniendo por muchos años. Las discusiones no han sido sencillas, pero el año pasado, ambos grupos hicieron una declaración resumiendo los puntos a los que han llegado en común. El tema fue cómo las diferentes Iglesias se relacionan unas con otras en el primer milenio, y lo que podemos aprender de esto para la búsqueda de la unidad en el tercer milenio. Es un paso muy modesto, pero cada paso por pequeño que sea se aprecia.
  • Durante los últimos cuatro años he estado involucrado en el Diálogo Nacional Evangélico-Católico en los Estados Unidos para considerar el tema de la justificación. Este diálogo ha sido muy gratificante y de hecho, bastante divertido. Como miembro del equipo católico, he disfrutado mucho conocer a los miembros del equipo evangélico. Hemos disfrutado de un compañerismo enriquecedor y un sentido más claro de la vida en común en Cristo.

Probablemente se pregunten: “¿Qué logran estos diálogos y discusiones? ¿Llevan a alguna parte?” Bueno, ¡ya veremos! Pero es importante darnos cuenta de que este tipo de discusiones no pueden producir o crear la unidad completa en sí mismas. Esto debe suceder a través del Espíritu en su propio tiempo y manera.

De cualquier modo, las discusiones entre teólogos pueden quitar (o aligerar) los obstáculos e impedimentos que existen para una mayor unidad. Despejan el camino y abren nuevas avenidas por las cuales podemos caminar juntos. También forjan verdaderas amistades en Cristo y nos revelan que todos somos discípulos, hermanos y hermanas en Cristo. Esto es increíblemente importante. Todo esto permite que el Espíritu se mueva con mayor libertad y logre su cometido.

Nuestro trabajo en la Espada del Espíritu es de gran importancia, incluso si parece ser un paso muy pequeño y los logros muy modestos. Juntos ponemos nuestra esperanza y confianza en Dios, de que a su tiempo y manera Él logrará este gran trabajo de unidad entre su pueblo. ¡Qué bendición tener una parte, aunque sea pequeña en este gran trabajo!

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El Dr. Dan Keating es un Anciano de los Siervos de la Palabra y da clases en el Sacred Heart Seminary en Detroit, Michigan, USA.