Las antífonas de adviento

– por Jeanne Kun

Especialmente en la última semana del adviento, nuestra intención se fija en las promesas mesiánicas proclamadas por los antiguos profetas de Israel. Un elemento que distingue la Liturgia de las Horas en la semana previa a la Vigilia de Navidad es la antífona que se canta en las Vísperas (la oración de la tarde) antes y después de recitar el Magníficat. Estas antífonas, que fueron originalmente incorporadas en los oficios monásticos en la edad media, son conocidas como las Antífonas Mayores o las ‘Antífonas O’ y se repiten también en el leccionario como el verso para la aclamación del evangelio durante esta semana. Con ellas se agrega un ambiente de expectativa entusiasta en la liturgia que va creciendo durante estos siete días y llega a su clímax en Navidad.

Las ‘Antífonas O’ han sido descritas como “una obra de arte única y un adorno especial de la liturgia previa a la navidad, llenas con el Espíritu de la Palabra de Dios”. Ellas “crean una poesía que llena la liturgia con su esplendor” y su compositor muestra “un manejo magnífico de la riqueza temática de la Biblia”.

Estas antífonas son un mosaico de tipos de Cristo en el Antiguo Testamento. Su tema predominante es mesiánico, haciendo énfasis en la esperanza de la venida del Salvador. Se invoca a Jesús con varios títulos, mayormente tomados del profeta Isaías. La secuencia tiene una progresión histórica, desde el principio, antes de la creación, hasta las mismas puertas de Belén.

En su estructura, cada una de las siete antífonas sigue el mismo patrón, parecido a una oración litúrgica tradicional. Cada antífona empieza con una invocación al esperado Mesías, seguida por una alabanza a Él usando uno de sus títulos particulares. Cada una termina con una petición por el pueblo de Dios, relevante al título con el que se le invocó y el clamor para que Él “venga”.

Los siete títulos atribuidos a Jesús en las antífonas son Sabiduría (Sapientia en latín), Pastor de la casa de Israel (Adonai), Raíz de Jesé (Radix), Llave de David (Clavis), Sol Naciente (Oriens), Rey de los gentiles (Rex), y Emmanuel. En latín, las letras iniciales de los títulos forman un acróstico que al leerse al revés significa “Mañana estaré ahí” (“Ero cras”). Para la mente medieval esta era una referencia clara de la aproximación de la vigilia de Navidad.

Actualmente, las ‘Antífonas O’ son conocidas para nosotros en el himno “Ven Emmanuel”. Cada estrofa del himno es paralela con una de las antífonas. Además de su uso en la Liturgia de las Horas y la aclamación del Evangelio, se han incorporado popularmente en devociones eclesiales y oraciones familiares.

Se puede diseñar un servicio de oración de adviento para usar en la casa, en la escuela o en los eventos de la iglesia, usando el canto o la recitación de las antífonas, acompañadas de las lecturas bíblicas relacionadas y oraciones. Se pueden orar en el tiempo de comida familiar o al encender la corona de adviento, con una breve explicación de su contexto bíblico.

Los títulos también pueden ilustrarse como símbolos simples, por ejemplo en carteles, afiches o en ilustraciones de los boletines, para ayudarnos a reflexionar en estos temas del adviento.

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Jeanne Kun es la Presidente de la Asocación Betania y una Responsable Mayor de la Comunidad Palabra de Vida en Ann Arbor MI, EEUU. Tomado de El Baluarte Viviente Edición de Diciembre/Enero 2016Usado con permiso.