¿Qué sucedió entre la muerte de Cristo en la cruz y su resurrección de la tumba? 

por Don Schwager

El descenso al Hades

¿Qué ocurrió entre la muerte de Cristo en la cruz y su gloriosa resurrección del sepulcro en la mañana del Domingo de Resurrección? Las Escrituras nos dicen que el Señor Jesús tiene las «llaves de la muerte y del Hades» (Apocalipsis 1:18). (El Hades también se denomina en las Escrituras como el inframundo y el infierno). El apóstol Pablo nos dice que Jesús «descendió a las partes inferiores de la tierra» (Efesios 4:9) – las partes inferiores se entendían como la «morada de los muertos» y el «Hades». El apóstol Pedro nos dice que Jesús «predicó a los muertos» (1 Pedro 4:6) y «a los espíritus encarcelados» (1 Pedro 3:18). 

En un famoso sermón de la iglesia antigua que se predicó el Sábado Santo – el día antes de la resurrección de Jesús, se describe vívidamente la escena del descenso de Jesús al Hades (o Infierno). Jesús abre la puerta del Hades para anunciar su victoria sobre la muerte, Satanás y todos los poderes del infierno. Luego libera a Adán y Eva y a todos los justos que esperaban su redención por el Mesías. Numerosas pinturas e iconos cristianos, sobre todo de las iglesias orientales, representan vívidamente esta escena.

Descenso a los infiernos, pintado por Duccio en 1308-11

El «descenso a los infiernos» se refiere a lo que hizo Cristo cuando descendió al Hades o infierno entre su muerte y su resurrección. En concreto, la Iglesia primitiva creía que, tras su muerte, Cristo descendió a los infiernos para rescatar las almas de los justos, empezando por Adán y Eva, que habían muerto bajo la Caída. Cuando Jesús desciende, derriba las puertas del infierno, desata a los prisioneros encadenados y conduce a los justos a su paraíso celestial.

Los iconos de Pascua ortodoxos no representan la tumba vacía, que es la típica escena de Pascua en el arte cristiano occidental. En cambio, los iconos de Pascua de la Iglesia Ortodoxa representan el acontecimiento conocido como el descenso de Cristo a los infiernos.

En los iconos de Pascua de la Iglesia Ortodoxa se suelen representar dos motivos comunes:  En primer lugar, Cristo de pie sobre las puertas rotas del infierno, los ángeles atando a Satanás en el pozo del infierno y Satanás aplastado bajo las puertas del infierno. En segundo lugar, Cristo sacando a dos figuras del infierno, Adán y Eva, que han sido encarcelados allí después de su muerte, junto con toda la humanidad, debido al pecado. Eva se representa generalmente con una túnica roja.

Más allá de la iconografía, la destrucción del infierno es también el símbolo dominante de las liturgias pascuales ortodoxas. De nuevo, en las iglesias occidentales la tumba vacía es lo que se ve representado el Domingo de Pascua. Pero los servicios ortodoxos recrean el descenso de Cristo a los infiernos. En concreto, el sacerdote sale de la iglesia con una cruz. El santuario se sumerge en la oscuridad y las puertas se cierran. El sacerdote llama entonces a la puerta y proclama: «Abran las puertas al Señor de los Poderes, el Rey de la Gloria». En el interior de la iglesia, la gente hace un gran ruido de cadenas que traquetean, lo que transmite la resistencia del infierno a la llegada de Cristo. Finalmente, las puertas se abren, la cruz entra y la iglesia se ilumina y se llena de incienso.

Iconos ortodoxos que representan a Cristo liberando a Adán y Eva de la prisión del Hades (Infierno)

Algunos pasajes claves de las Escrituras

18 Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida. 19 Por medio del Espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca. En ella solo pocas personas, ocho en total, se salvaron mediante el agua, 21 la cual simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo, 22 quien subió al cielo y tomó su lugar a la derecha de Dios, y a quien están sometidos los ángeles, las autoridades y los poderes.

1 Pedro 3: 18-22

Por esto también se les predicó el evangelio aun a los muertos, para que, a pesar de haber sido juzgados según criterios humanos en lo que atañe al cuerpo, vivan conforme a Dios en lo que atañe al espíritu.

1 Pedro 4:6

No dejarás que mi vida termine en el sepulcro;  no permitirás que tu santo sufra corrupción. Fue así como previó lo que iba a suceder. Refiriéndose a la resurrección del Mesías, afirmó que Dios no dejaría que su vida terminara en el sepulcro, ni que su fin fuera la corrupción. 

Hechos 2:27, 31 (Sermón de pentecostés de Pedro)

Por esto dice: «Cuando ascendió a lo alto, se llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres». (¿Qué quiere decir eso de que «ascendió», sino que también descendió a las partes bajas, o sea, a la tierra?  10 El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo).

Efesios 4:8-10

Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último, 18 y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.

Apocalipsis 1:17-18

El Credo de los Apóstoles

Una de las primeras versiones escritas del Credo de los Apóstoles es el Credo Interrogatorio de Hipólito (hacia el año 215). Aquí se encuentra la sección que se refiere al descenso de Cristo a los infiernos. 

Creo en Jesucristo, Hijo único de Dios, nuestro Señor, que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la Virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los muertos (algunas traducciones utilizan «descendió a los infiernos» o «hades»). Al tercer día resucitó, subió a los cielos, está sentado a la derecha del Padre y volverá a juzgar a vivos y muertos.


Don Schwager es un miembro de los Siervos de la Palabra y autor del Sitio Web Daily Scripture Readings and Meditations. Este artículo fue adaptado de la versión publicada El Baluarte Viviente Abril 2015. Usado con permiso

Imagen superior: Jesus’ Descent into Hell, fresco by Fra Angelico (1395-1455)