‘- por Bob Tedesco

¡Qué bello es vivir!
Según George Bailey (actor Jimmy Stewart en la película: Que bello es vivir), tener un ángel y cierto número de buenos amigos es una “bella vida”. Me pregunto cómo habría respondido él a saber que tenemos un ejército de ángeles (2 Reyes 6:16-17) si lo requerimos, y muchísimos amigos cristianos. Nuestro modo de vida en las comunidades de la Espada del Espíritu es ciertamente una cosa muy muy maravillosa.

Esta vida es “algo nuevo”
Desde el principio de la renovación carismática, que empezó en los 1960s, hemos escuchado la palabra profética de que Dios hará “algo nuevo” en medio de nosotros hoy. Recientemente, un par de nuestros líderes comunitarios sintieron que el Señor quiere que veamos nuestro llamado a construir un baluarte de comunidades de alianza como una parte importante de ese “algo nuevo”, y que él espera de nosotros, viejos y jóvenes, que nos lo tomemos más seriamente. Él nos llama a darlo todo… nuestro corazón, nuestra mente, nuestra alma y nuestra fuerza. El baluarte al que él quiere que pertenezcamos no debe tener brechas ni hoyos.

¿Alguna vez has visto a los niños jugando futbol? En cierto momento, varios de los niños se distraerán y el equipo contrario pasará rápidamente a su lado. A menudo, como adultos, también nos distraemos con ciertos detalles de nuestras vidas, y el enemigo pasa a nuestro lado sin enfrentar resistencia. (Santiago 4:7)

Cuando consideramos este “algo nuevo”, nos damos cuenta de que hay elementos de nuestro modo de vida que incluso parecieran novedosos o inusuales para aquellos a nuestro alrededor: un pueblo que trata de integrar el bautismo en el Espíritu y los dones espirituales en su vida diaria en lugar de sólo tener reuniones de oración es algo inusual.

Un pueblo que trata de recibir y edificar el Reino de Dios…
Un pueblo que trata de vivir de acuerdo con las escrituras…
Un pueblo que trata de vivir de acuerdo con una alianza bíblica…
Un pueblo que trata de vivir en comunidades ecuménicas
Un pueblo que trata de vivir con liderazgo laico
Un pueblo que trata de formar a sus hijos como discípulos de Cristo…
Un pueblo que construye un puente de la juventud que cubre a los niños hasta la etapa post-universitaria o de formación técnica…
Un pueblo que toma su lugar en un baluarte a nivel mundial que presenta el evangelio y la cultura del Reino de Dios…
Probablemente haya más que estas, pero en esto podemos ver algo nuevo, algo extraordinario, algo maravilloso.

Es una vida de alianza
Esta vida maravillosa es una vida de alianza. Puede ser prudente reconsiderar nuestra propia alianza cada año. Nuestro modo de vida se describe en nuestra alianza comunitaria y se hace realidad cuando somos fieles a ella.

¡Nuestro Dios es un Dios que hace alianzas!
Desde muy temprano en el Antiguo Testamento, el Señor se muestra a sí mismo como alguien que hace alianzas y cumple alianzas. Una alianza es una promesa, y una comunidad de alianza es un conjunto de promesas que describe un modo de vida esperado. Esta vida de alianza es similar a una familia y busca expresar el Reino de Dios en la tierra.

Los verdaderos ‘supermodelos’
Todos sabemos qué es lo que el mundo considera “supermodelos”. Pero ese título se basa en lo que consideres ‘super’. Nosotros tenemos un salvador superior… el mejor de todo el universo. Y estamos llamados, individual y colectivamente, a reflejar su vida y su reino en el mundo. Como tal, somos supermodelos como individuos y, como conjunto somos la esposa de Cristo. Estamos llamados a ser una ciudad en la colina y el pueblo de Dios.

Integridad y alianzas
Al inicio de los 1600s, un sacerdote católico llamado Camillus de Lellis fundó una comunidad religiosa dedicada a cuidar a los enfermos. Él fue canonizado en 1746. A él se le acredita la frase: “El compromiso es hacer lo que dijiste que harías, una vez que el sentimiento con el que lo dijiste ha pasado”. Qué buena descripción para las parejas casadas, las órdenes religiosas y para los miembros de comunidades de alianza. El tiempo, las circunstancias y los ánimos pondrán a prueba nuestro compromiso con Cristo, nuestros cónyuges para los casados, y con nuestros hermanos de alianza. Nuestra integridad es probada cuando vivimos en relaciones de alianza.

Otra cita que surgió en un estudio bíblico en línea hace poco: “Un año nuevo es un tiempo para mirar hacia delante, un tiempo para ser probado, un tiempo para crecer, un tiempo para dejar de consentirte a ti mismo”. Ya sea que estemos empezando un nuevo año, una nueva temporada, o simplemente tomando un tiempo para la reflexión espiritual, revisar nuestro compromiso con nuestras promesas de alianza implicará un reto.

En detalle…
El Señor se vale de las alianzas para establecer y desarrollar relaciones. El matrimonio es un buen ejemplo: hacemos unas cuantas promesas simples, sólo para darnos cuenta que esas promesas abarcan más de nuestras vidas y nuestras decisiones de lo que pensábamos. Algunos ejemplos: 1) Yo no prometí explícitamente que llegaría a casa todas las noches, ni 2) que pondríamos nuestras cosas en común, ni 3) que mantendría un trabajo de tiempo completo, etc. Hay muchos comportamientos y prácticas que se necesitan para hacer funcionar un buen matrimonio y una buena familia.

Aunque no es una alianza matrimonial, nuestra alianza comunitaria abarca muchos detalles deseados de nuestro modo de vida, pero se necesita mucho para poder vivir un modo de vida de alianza exitoso. Si honramos los detalles de nuestra alianza, estaremos empezando bien a ver lo que el Señor tiene para nosotros.

Algunos de esos detalles importantes para considerar en nuestro compromiso y nuestra fidelidad al llamado son:

  1. Participación: Nos comprometemos a estar presente cuando la comunidad se reúne a orar… y deberíamos estar ahí.
    2. Perdón: ¿Somos rápidos para perdonar y para pedir perdón?
    3. Oración: ¿Hemos sido fieles a la oración personal y el estudio bíblico?
    4. Diezmo: ¿Hemos honrado nuestra responsabilidad financiera con la comunidad?
    5. Autoridad: ¿Nos hemos subordinado al liderazgo de la comunidad y hemos tomado seriamente el cuidado pastoral?
    Estos son algunos detalles dignos de considerar al revisar nuestro compromiso.

«Volver»
Es difícil escoger entre los retos de la cultura popular. “Get back!” (volver) es una vieja canción de los Beatles que dice “Vuelve a donde antes perteneciste”. Hay varias películas con el título “Volver al futuro”. Queremos un futuro lleno de bendición y queremos hacer lo correcto en el presente, y estas cosas fueron escritas en nuestra alianza en el pasado.

Probablemente no es lo más seguro usar una película o una canción para sacar una conclusión espiritual. Pero estoy seguro de que no quiero escuchar al Señor decir (como en Apocalipsis 2:45) «Tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio.”

El Señor desea que le mostremos nuestro amor por él y nuestra obediencia por lo que él nos ha llamado a hacer. Recuerdo la devoción y dedicación que yo tenía en el principio… era extraordinaria. Al considerar y celebrar nuestra alianza, volvamos a donde antes pertenecimos (arrepintámonos) y amemos al Señor y a nuestros hermanos del modo en que él nos ha mostrado. Continuemos con este “algo nuevo” que el Señor está haciendo y con la “vida maravillosa” de la comunidad de alianza.

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Bob Tedesco es un expresidente de la Región Norteamericana de la Espada del Espíritu. Es un fundador de comunidad Pueblo de Dios en Pittsburgh, Pennsylvania, USA, y ha sido uno de sus líderes principales por los últimos 45 años. Adaptado de «Tomar nuestro lugar en el Baluarte» en El Baluarte Viviente Abril/Mayo 2019. Usado con permiso.