No tenía otra opción que volverme al Señor. Estos tiempos de dificultad me han enseñado a crecer en humildad, a entregar mi vida y confianza en la gracia de Dios: “Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza”.
Tal vez otro misterio está en acción cuando el martirio y la persecución se juntan, tal y como muchos cristianos lo están experimentando en el mundo de hoy: esto conduce a una unidad más profunda entre aquellos que sufren.
¡Qué maravilla! ¡Qué misterio! Dios, que es eterno, inmutable e insondable, se hace visible, vulnerable, débil e indefenso como un bebé judío recién nacido de una virgen sin concepción humana
La expresión “¡Maranatha!” era un lema y una oración clave entre los primeros cristianos. Muchos cristianos hoy en día celebran el adviento en las semanas previas a la navidad.
¿Quién está más indefenso que un niño recién nacido? Sin embargo, Jesús no dudó en compartir nuestra humanidad, y su nacimiento fue solo la primera manifestación de su humildad
Esta historia es como una parábola. Ilustra imágenes y personajes cotidianos y teje una historia con un final sorpresivo. Es una historia de amor desprendido que se parece a los regalos de los tres hombres sabios llamados los Reyes Magos, que siguieron una estrella hasta Belén.
En la última semana del adviento, nuestra intención se fija en las promesas mesiánicas proclamadas por los antiguos profetas de Israel. Actualmente, las ‘Antífonas O’ son conocidas para nosotros en el himno “Ven Emmanuel”.