Juan 15: 16a “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes”

La idea de ‘ser escogido’ puede sonar como elitismo para mucha gente. Las elecciones de Dios, sin embargo, no se basan en las cualidades superiores de una persona o un grupo. El escoge personas para llevar a plenitud su plan de revelarse a sí mismo al mundo. Similarmente, Jesús escogió a sus apóstoles para ser sus mensajeros y anunciar su salvación al mundo. En ambos casos, las personas fueron escogidas para ser un ejemplo y para llevar a cabo una misión.

También es así para nosotros en la Espada del Espíritu. Dios nos escogió para ser algo y para hacer algo. Estamos llamados a ser una familia de gracia en medio de un mundo dividido, y a esforzarnos por vivir en unidad con quienes llevan el nombre de cristianos. En lugar de ver esto como simplemente un trabajo, me parece más provechoso pensar en esto como un privilegio de crecer en amistad con otros cristianos. Hace algún tiempo estaba desayunando con algunos hermanos en un pequeño restaurante cuando vi un grupo de hombres afroamericanos que se empezaron a juntar en el centro del restaurante. En cierto momento, se pusieron de pie y empezaron a orar. Me di cuenta en ese momento que estaba siendo testigo de cristianos que expresaban públicamente su fe. Cuando terminé mi desayuno me acerqué con ellos y les dije “no se quienes son ustedes, pero ¿cómo me apunto?” Se rieron e inmediatamente me invitaron a sentarme y acompañarlos en un café. Ellos eran hombres de una iglesia bautista local y su calidez y hospitalidad eran maravillosas. Casi de inmediato establecimos un fuerte lazo de hermandad y respeto mutuo. Desde entonces hemos trabajado juntos por apoyar la misión de cada uno con hombres y seguimos mostrando verdadera unidad cristiana.

Estos hombres vivían confiados de su “elección” en Cristo y eran libres de interactuar con otros cristianos, sin importar su denominación.

En Juan 17 Jesús ora por que la unidad que Él experimenta con el Padre sea visible en la unidad de sus apóstoles. Este es el tipo de unidad por la que oró Jesús y es el tipo de unidad que anhelamos durante esta semana de oración.

ORACIÓN: Padre Celestial, que seamos ejemplo ante el mundo de personas que viven su vocación como discípulos; para que, con nuestro testimonio de unidad y caridad, el mundo sepa y crea y Tú enviase a tu hijo Jesús para redimirnos y darnos nueva vida.


El testimonio de hoy es de Florence Irvine (Católica) de Irlanda del Norte.

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